La necesidad tiene cara de perro

Este es un  dicho que llegué a escuchar muchas veces en mi país (Venezuela). Sucede algo curioso con esto, y es que al oírlo, inmediatamente lo asociamos con algo negativo, probablemente a un perro furioso, lo cierto es que la connotación del dicho sin duda es negativa.

 Me siento en la ventana a tomar café y empiezo a reflexionar sobre el tema, y llego a la conclusión de que es muy importante el modo en que observamos las situaciones, porque de eso depende la forma en la que actuamos frente a las dificultades. También entiendo, que la manera en la que interpretamos los diferentes escenarios de nuestro entorno, siempre va a depender de nuestro estado de ánimo.

Entonces, haciendo una introspección al respecto, puedo confirmar que efectivamente la necesidad tiene cara de perro, y les explico por qué; la mayoría de los seres humanos hemos tenido, aunque sea una vez en la vida un perro, un perro es una gran responsabilidad, nos hace mas humanos, nos hace más comprometidos, mas pacientes, porque aunque después de tenerlo, y de que generalmente al llegar a casa consigas un desastre, en el fondo sabes que al final terminaste siendo una mejor persona ¡Bingo! ¡Ahí está! Ahora podemos ver la necesidad como un perrito bondadoso, que pasó por nuestra vida a dejarnos una mejor forma de verla, y nos transformó en un ser humano mejor.

El secreto no está en cambiar las circunstancias, sino en cambiar la forma como las vemos y usar todo lo que suceda a nuestro favor.

“Quien sea feliz, también hará feliz a los demás”  -Ana Frank.